Mes de marzo: El Bonsai
El Bonsai, un amigo para toda la vida
Bonsai es una palabra japonesa que significa literalmente bon = ‘bandeja’ + sai = ‘naturaleza’ (aunque etimológicamente procede del término chino penzai, que significa pén = ‘bandeja’ + zāi = ‘cultivar’) y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc, y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.
El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
El Bonsai quedará sumiso a las exigencias de su dueño, como ninguna otra planta. El cultivo de Bonsai se ha convertido hoy en una forma de arte muy respetada, basada en técnicas que se derivan de la experiencia adquirida a través de muchos siglos.
Tener un Bonsai es encontrar un pasatiempo que le mantendrá feliz para el resto de su vida. Esta planta extraordinaria, puede vivir durante cientos de años, si está bien cultivada y se le atiende correctamente. Y a cambio de su cuidado amoroso y tierno, la planta le ofrecerá una amistad íntima que se expresará sobre todo a través de su belleza artística y estética. El Bonsai más antiguo conocido en el mundo, con el maravilloso nombre de «Kunio Kobayashi Shunkaen”, se encuentra en Japón y tiene nada menos que 800 años de antigüedad.
Métodos y técnicas
Lograr la forma deseada es lo que hace que el arte del Bonsai sea tan fascinante. Según los expertos, este arte consiste en métodos y técnicas concretas con las que se logran manipular el ritmo, perspectiva, profundidad, color y textura de estos pequeños árboles. El uso de estos métodos y técnicas, y una gran dosis de paciencia son necesarias, además de esculpir la planta original durante más de diez años, para poder crear un Bonsai de la talla real.
Una obra de arte viviente
Afortunadamente, no necesitas dominar todas las técnicas y métodos por si mismo. Después de todo, la poda es una cuestión de gusto. Sin embargo, el Bonsái necesita cuidados y atención, pues de lo contrario la planta seguirá su propia voluntad, y se perderá la forma que tenía cuando la adquirió. Junto a la poda, deberá también regar con un poco de agua y fertilizantes de vez en cuando. El Bonsai prefiere luz natural, y una tierra húmeda pero no encharcada. También le gusta un poco de espacio y una temperatura relativamente constante, con mucha luz, pero evitando los rayos directos del sol. A cambio, los Bonsai se muestran esplendorosos, como si fueran una obra de arte única.
Podrás ver una gran variedad de Bonsai en nuestra floristerías de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Estate atenta a la flor del mes que viene.